Dentro del esperpéntico mundo de la religión hay momentos
que sobrepasan todos los límites de la extravagancia, como la noticia que nos
llega de EEUU.
Allí en EEUU, en la fértil tierra de alucinados predicadores y
estúpidos borregos del siempre adocenado rebaño cristiano, una avispada empresa
ha hecho el negocio del siglo con la siempre estúpida ignorancia de los
cristianos.
Porque poner a la venta unas zapatillas deportivas con un crucifijo
de oro y que llevan un pequeño depósito en la suela con 60 centímetros cúbicos
de "agua santa" del río Jordán por la nada despreciable cifra de
3.000 dólares estadounidenses tiene delito.
Y lo peor de todo es que todas las unidades
puestas a la venta por internet se han agotado en unas pocas horas.
Para ser creyente se necesita fe ciega y así aceptar la existencia de dios, de modo que esa anulación de raciocinio se puede aplicar perfectamente a otras áreas de la vida que no tengan que ver con mantenerse sumiso a una determinada deidad.
ResponderEliminarEntendiendo esto, es muy probable que un creyente sea más propenso a caer en estas estupideces (y aún más en este caso, al relacionarse de lleno con su religión).