Si ya has tratado en tu blog el tema de cualquiera de los artículos que lees aquí, te animo a dejar en la sección de comentarios un enlace o URL que nos lleve hacia él, siempre y cuando no sea para hacer proselitismo de la superstición en cualquiera de sus variantes. Todos ganamos con el intercambio fomentando la discusión racional.

No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.


PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.

Red Atea

Red de blogs AteosMagufos, Blogs de escepticismo y ciencia

Buscar este blog

17 de diciembre de 2025

Los supuestos sapiens somos el cáncer del planeta

El famoso informe «Los límites del crecimiento» concluía con los datos del ya lejano año 1972 que el actual incremento de la población mundial, la industrialización, la contaminación, la producción de alimentos y la explotación de los recursos naturales nos acercaba a marchas forzadas a un desastre planetario. A pesar de las críticas recibidas en su momento, parece ser que los investigadores del MIT no andaban muy desencaminados.

El informe «Los límites del crecimiento», encargado al Instituto de Tecnología de Massachusetts por el Club de Roma y denostado por erróneo y demasiado pesimista por gran parte de los círculos de poder en el último medio siglo se puede resumir en el siguiente diagrama:

en el que tras un agotamiento de los recursos, la Humanidad pasaría por una fase de colapso a nivel global con una drástica pérdida de población y calidad de vida, mientras la polución alcanzaría máximos históricos.

Tras diversas actualizaciones en los años 1992, 2004 y 2012, las conclusiones de dicho informe han ido afinándose pero variando poco en esencia.  En este contexto hace también unos años el profesor de física de la Universidad de California en San Diego, Thomas Murphy, publicó un comentario en la prestigiosa revista «Nature Physics» en el que con los datos históricos de uso de energía nuestro futuro es dramáticamente insostenible, puesto que si los humanos consumíamos algo más de 1 TW en el año 1900, en 1950 pasamos a consumir 3 TW, en el año 2000 sobrepasábamos los 10 TW y nuestro consumo actual es de 18 TW de energía en todo el mundo en un claro proceso de crecimiento exponencial, tal y como muestra la siguiente figura.

De seguir así para el año 2100 ese consumo aumentará a 100 TW, para el 2200 será de 1000 TW y así sucesivamente. Por lo que en 400 años, consumiremos el equivalente a la energía solar total incidente sobre la Tierra y en 1.300 años, la producción total del Sol en todas las direcciones. ¿Y qué problema tiene este crecimiento exponencial de energía, provenga de donde provenga? Pues en el caso de que encontremos suficientes fuentes de energía nuevas y/o alternativas el problema con la energía gastada es que (como hasta un estudiante de primaria puede entender) se convierte en calor. Y entonces las temperaturas terrestres se dispararan y ríanse ustedes del actual cambio climático. Porque si dentro de 400 años nuestros descendientes cumplen con el pronóstico de consumir el equivalente a la energía solar total incidente sobre la Tierra, la superficie del planeta llegará a alcanzar el punto de ebullición del agua.

Finalmente, independientemente de las fechas exactas lo que es evidente para cualquier ser racional es que no podemos seguir aumentando exponencialmente nuestro consumo energético y esquilmando los recursos naturales, porque el resultado final será el mismo con el que terminan todos los procesos tumorales descontrolados, haciendo justicia al dicho de que «muerto el perro, se acabo la rabia». Y ya sabemos quiénes somos los humanos en esta parábola.

Y de regalo el zoólogo y activista medioambiental David Suzuki explica en el siguiente video el más que simple concepto del crecimiento exponencial y como los humanos no lo entendemos en su peligrosa exactitud.


No hay comentarios:

Publicar un comentario