Miles de millones de fervorosos creyentes siguen los dictados de la religión que les ha tocado por mero azar geográfico y/o familiar. Y sin embargo, luego afirman que esa creencia es la única verdadera y que todos los acólitos de las demás religiones están equivocados. Esta tan estúpida como errónea afirmación sería algo similar a escuchar decir a un brasileño o a un keniano que el idioma más completo y bello, el más perfecto es el portugués o el swahili, cuando todos entendemos que estos individuos han sido educados en su idioma nativo, pero de haber nacido en Japón tendrían una respuesta diferente.
Es por ello que es muy sorprendente que, jugándose tanto como el lugar en el que van a pasar la eternidad , los creyentes no intenten comparar la fe de sus padres con el resto de miles de opciones religiosas que la fértil, pero también delirante imaginación humana ha inventado durante milenios de ignorancia y superstición.
P.D:
Y de regalo un divertido video que muestra que para qué perder el tiempo rezando a Jesucristo o a Mahoma si lo mismo el único dios verdadero es el que adoran los polinesios de una isla perdida en medio del Pacífico.
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