Porque si la Humanidad hubiera seguido aborregadamente los dictados totalitarios de un dios genocida y sus secuaces a día de hoy es tristemente evidente que seguiríamos en las cavernas adorando al rayo, al trueno y a los volcanes y perpetuando una ignorante y fanática superstición que ya es hora de que abandonemos después de tanto milenios de adocenada sumisión.
Porque no hay ningún cielo esperando a los sumisos de un dictador celestial cruel y genocida, solo humanos con un maravilloso cerebro para enfrentarse a la realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario