Que en pleno siglo XXI un psiquiatra justifique de la manera más
descaradamente ignorante una de las sandeces más estúpidas del siempre
delirante mundo de la religión sería del todo risible, si no significara
que se han sobrepasado todos los límites de la decencia intelectual.
Y en este primer video de una serie de siete empieza a quedar más que patente que algo muy grave
ha ocurrido cuando todo un señor licenciado, con potestad sobre la
salud de personas que necesitan una especial protección, no es
inmediatamente sancionado y privado de una licencia médica, título que
es más que evidente que le viene demasiado grande porque eso de acudir a "aprender" a un curso de exorcismos organizado por el Vaticano tiene delito.
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