Judíos y cristianos adoran con devoción un libro que contiene numerosos plagios por doquier, malas copias de viejos mitos inventados y reescritos una y mil veces por las culturas que precedieron a los judíos en la Antigüedad.
Y el problema es que este conjunto de delirantes leyendas sirven de guía “moral” a cientos de millones de analfabetos descerebrados y hasta son la base por la que numerosos gobernantes del mundo toma decisiones en este avanzado siglo XXI.
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