El famoso mito del sacrificio de Isaac por parte de un
cobarde Abraham que prefirió asesinar a su hijo antes de enfrentarse a un dcictador psicopático muestra muy a las claras que la moral cristiana es básicamente un
compendio de los peores comportamientos humanos, que sobrepasan la tortura
psicológica y se adentran en el más humillante masoquismo y el más puro
sadismo.
Y lo peor de todo es que este tipo de profetas sumisos, cobardes y claramente enfermos mentales siguen a día de hoy siendo considerados ejemplos de la mayor virtud y de la más alta moral por parte de millones de ignorantes descerebrados.
Si la cosa es casi peor, no era poner a prueba la fé, sino que le prometió más hijos y más riquezas si le obedecía en todo y se incluía el cargarse al churumbel y no dudó ni un poco, es recomendable leerse esos versículos del génesis desde las perspectiva de un no creyente y Abram termina siendo un mercader miserable, que no duda, entre otras cosas, en prostituir a su esposa en Egipto, diciendo que era su hermana, no vaya a ser que le diesen puerta. Lo único que le "salva" es que cuando le da una rabieta a su dios y decide cargarse Sodoma, Abram le comenta que igual se está pasando un poquito y tal, por supuesto no le hizo ni puto caso.
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