Los creyentes, en su infinita ignorancia, afirman sin pudor, rubor o vergüenza intelectual algunas que estos pobres monos bípedos que estamos destruyendo el planeta somos el resultado de una perfecta creación por parte de una entidad extraterrestre que nos "diseñó inteligentemente" a su imagen y semejanza.
Sin embargo, solo hay que saber algo de la biología del resto de las especies animales para concluir que, en caso de los adocenados religiosos tuvieran razón, sería más que evidente que el simpático canguro (y especialmente las hembras de esta especie) estaría muy por encima de los humanos en la escala divina, tal y como muy irónicamente muestra en el siguiente video el siempre racionalista Seth Andrews.
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