Un ejemplo de los verdaderos "valores" cristianos en boca del miserable sotanado de turno. Pero eso sí, que quede bien claro que hay que respetar a las creencias porque si no uno puede ser acusado (y en España condenado) por impío que ofende los siempre sacrosantos "sentimientos" religiosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario