Así, en un extracto de la más que recomendable película "God on trial" que se presenta más abajo, uno de los desesperados judíos enviado a Auschwitz narra de la manera más impactante al resto de sus condenados hermanos de sangre que su dios no ha sido nunca para nada bueno, ni siquiera cuando supuestamente privilegiaba al pueblo elegido ni por supuesto en ese horrendo momento donde gran parte de los semitas estaban siendo exterminados horriblemente.
Y este impactante fragmento explica por desgracia como ahora los israelíes simplemente vuelven a comportarse como sus antepasados de la Biblia: criminales, asesinos y genocidas.
Pero eso sí, que nos quede bien claro a todos que la Biblia es el culmen de la moralidad y que debemos rendir arrobada pleitesía y, por supuesto, no ofender nunca a los creyentes con nuestro ateo racionalismo.
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