La estúpida indigencia mental de los cristianos es antológica ya que sigue defendiendo a día de hoy (en contra de toda casi infinita evidencia científica) que todo lo que le pasó a nuestra especie a los largo del devenir de los tiempos (Y son muchos cientos de miles de años) le fue completamente indiferente a una entidad supuestamente omnisciente y benevolente que al final (ayer mismo en tiempos evolutivos) tuvo que sacrificarse de la manera más sangrienta para intentar poner un poco de orden en su evidentemente fallida creación. Y luego, aquí nos volvió a dejar sin que en realidad nada haya cambiado a mejor.
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