La doctrina católica es perversa hasta decir basta, puesto que condena al infierno a cualquier creyente en una estupidez diferente a la que dirige el papa romano, también a los ateos y agnósticos y por supuesto a todo aquel minusválido que no siga sus absurdos ritos, aunque todos ellos hayan sido las mejores personas del mundo, tal y como muy sarcásticamente muestra este breve fragmento de la muy recomendable serie "South Park".
Es por ello que "enseñar" este tipo de delirantes y ofensivas estupideces debería ser considerado puro (y perseguible por la justicia) maltrato infantil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario