La mayoría de la población acepta en general que la Ciencia es importante, aunque luego tiene una curiosa y más que selectiva forma de llevar a la práctica esa aceptación.
Mientras los científicos inventen tecnologías nuevas, aplicaciones que nos hagan la vida más cómoda, nos entretengan con increíbles fotografías del Universo o de la Naturaleza todo va bien: la Ciencia es maravillosa y sorprendente.
El problema es cuando esos mismos científicos nos enfrentan ante una dura realidad como por ejemplo el calentamiento global, ese casi letal producto de una civilización adicta al consumo y al despilfarro más ofensivo, entonces todo cambia y muchos se encogen de hombros y siguen con su vida, pero también bastantes se ofenden y combaten no los datos científicos en sí, sino que acusan a los investigadores de bolivarianos, comunistas, perroflautas y demás epítetos que únicamente muestran lo analfabetos e intolerantes que son. Y el problema con estos últimos que encima votan, y por supuesto eligen a otros catetos como ellos o peor aún, a esos lobos con piel de cordero que mientras hacen negocio destruyendo el planeta manipulan a los más iletrados, esos mismos que serán los que más cruelmente sufrirán las consecuencias de no hacer caso a las conclusiones científicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario