7 de octubre de 2025

Exorcizar todo un pueblo ¡la España del siglo XXI!

Que a estas alturas del siglo XXI un prehistórico cura católico se pasee por las calles de un pueblo asturiano exorcizando a personas y domicilios sería del todo risible si no demostrara hasta que punto siguen existiendo imbéciles integrales que deberían estar tutelados por un juez y controlados por los servicios sociales.

Porque tanto el medieval cura, que declaró que

"Yo soy como un perrito, que marca el territorio, y yo marco para Cristo el territorio que se me ha delegado espiritualmente. Con la oración de San Benito vamos a invocar la protección de Dios sobre ustedes, sus casas, sus familias, y la salud física, mental y espiritual de toda la comunidad."

como los imbecilizados parroquianos que asistieron con estúpido arrobo a la magia potagia de ser bendecidos a troche y moche con agua del grifo contenida en una garrafa de 30 litros que paseó por todo el pueblo dentro del maletero de su coche mientras el demente curita declaraba que

"La oración (para bendecir el agua y la sal y exorcizarla) la diré en latín, y no se preocupen si no la entienden, porque la entiende el Espíritu Santo, y ‘el otro’, al que no le gusta nada", ilustró el párroco”

Y se preguntarán ustedes ¿por qué añadir sal al agua bendita?

Pues porque como informó en su momento el curita exorcista:

"Porque cuando no había neveras, se utilizaba para que se conservaran los alimentos más tiempo. Y en la liturgia se usa para que duren más tiempo las bendiciones.”

¡Toma ya! El agua bendita sin sal pierde rápidamente sus propiedades “protectoras”, no me digan que no es un argumento de gran altura “intelectual”.

En resumen, que estos adocenados estúpidos sigan teniendo derecho al voto muestra el inexorable destino que nos espera en este desgraciado país de pandereta.

Les dejo con una fotografía para la posteridad del cura “salado”.



 

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