8 de enero de 2018

En España sólo los nazionalcatólicos pueden saltarse la ley con total impunidad



¿Se imaginan una concentración de ateos en medio de una procesión de Semana Santa riéndose de los piadosos descerebrados que descalzos arrastran cadenas y se flagelan masoquísticamente? ¿Qué pasaría si lesbianas u homosexuales se concentraran a las puertas de las iglesias y catedrales en plena misa dominical para mostrar su repulsa por la homofobia eclesiástica? 

En esos casos, muy seguramente la policía actuaría con contundencia y procedería a la detención inmediata de los irreverentes, Rajoy y sus ministros meapilas declararían que esta violación intolerable de la libertad de culto sería perseguida de oficio por el fiscal general del estado, la derecha cavernícola pediría la prisión inmediata e incondicional de los provocadores y asociaciones de abogados cristianos y las plataformas nacionalcatólicas se personarían como partes ofendidas para solicitar hasta la cadena perpetua no revisable si fuera necesario en el más que previsible juicio sobre los hechos.

Sin embargo, como en España vivimos en una "democracia" de opereta y fascistoide, en donde no todos los ciudadanos son iguales ante la ley, pues aquí paz y después gloria después de que varias decenas de energúmenos neonazis hayan insultado a los integrantes dela cabalgata de las Magas de Valencia y hasta hayan coreado el himno fascista. Se vé que los niños de los perroflautas izquierdosos no tienen porqué ser protegidos en su felicidad como los otros. 

Porque está más que demostrado que el nazionalcatolicismo es intocable en España. Y por supuesto que nadie espere declaración alguna de los miembros filofascistas del actual gobierno del PP mostrando la más mínima crítica a los neonazis ni a la más que acomodaticia policía. ¡Asco de país! 


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