Y se consumó el golpe de estado neoliberal

Con su decisión de permitir el gobierno del corrupto partido de Rajoy y sus mangantes, el PSOE acaba de demostrar que en esta pseudodemocracia de opereta todo está atado y bien atado y que no parece que haya posibilidad alguna de que los corruptos de turno puedan ser expulsados alguna vez del poder. 

Así bajo la batuta del execrable terrorista de estado Felipe González y esa incalificable Susana Díaz líder de la fracción andaluza de la corrupción más sangrante se ha perpetrado lo que únicamente puede considerarse un golpe de estado en toda regla, que permitirá que la corrupción siga campando a sus anchas por estas castigadas tierras hispanas. Y así los lacayos (unos vestidos de azul y otros de rojo, pero todos ellos envueltos en la bandera rojigualda para tapar con ella sus vergüenzas bajo un falso patriotismo de baratillo) de los poderes fácticos de siempre podrán recoger sus bien merecidas comisiones y mordidas.

Y ahora a aguantar un par de semanas de estomagante y vomitiva desvergüenza con todos los medios de comunicación recordándonos machaconamente el sentido de estado y la altura moral que han tenido los exsocialistas al encumbrar otra vez a Don Vito Rajoy y sus mafiosos peperinos al gobierno para que puedan seguir esquilmando a conciencia las arcas públicas.

Así que no queda más remedio que ir pensando en hacer las maletas y emigrar a un país como Islandia, en donde tuvieron la decencia y el orgullo de poner punto y final al saqueo neoliberal que nos va a llevar en España a la más tenebrosa ruina.