8 de diciembre de 2014

Pagar impuestos es ahora un ejemplo de utópica demagogia



Triste es el mundo actual en el que vivimos para que hayamos llegado a la kafkiana situación de tener que justificar lo que debería ser la más sencilla muestra de justicia social.

Porque es increíble que los nuevos partidos de izquierda que están surgiendo en Europa: Siriza, Podemos, etc. sean catalogados de ultraizquierda, demagogos, terroristas y el resto de epítetos que día sí y día también reciben por parte del poder y sus lacayos de los impresentables medios de comunicación que se autodenominan "serios".

Porque estos partidos no están planteando una revolución al estilo de la francesa (cosa por cierto que quizás sea ahora totalmente necesaria) sino que simplemente piden medidas tan "revolucionarias, demagógicas, inalcanzables y utópicas" como que para acabar con esta crisis y mantener el estado del bienestar

"Bastaría hacer que los más ricos paguen los mismos impuestos que en la media de la UE"

¿Cómo hemos llegado a este punto de degradación moral en nuestras pseudodemocracias de opereta para que pedir que un multimillonario, que además ha amasado su fortuna con el sudor y muchísimas veces con la sangre de millones de desheredados tanto del Primer como del Tercer Mundo (y que debería estar encarcelados por explotación infantil o simple esclavitud si hubiese una mínima justicia democrática), pague los mismos impuestos que cualquier humilde trabajador o pensionista (esos que no llegan a fin de mes), en lugar de que se le permita usar legalmente esos paraísos fiscales, SICAV y demás "ingeniería" financiera, sea considerado algo irrealizable, perseguible o incluso criminal?

¿Cómo hemos permitido que el pensamiento único neoliberal haya ganado la guerra de las ideas y los ciudadanos vivamos cobardemente humillados ante el abuso y la explotación a las que nos somete constantemente el poder, sus lacayos y sus esbirros?

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