Eso sin contar que la inmensa mayoría del dinero que recaudan las diferentes iglesias se gasta casi exclusivamente en mantener una casi infinita legión de curas, imanes, rabinos, ayatolas, monjes y demás parásitos de los divino que además necesitan de gigantescos y ostentosos templos llenos de riquezas, oro y demás exquisiteces materiales para rendir homenaje a unos supuestos entes extraterrestres que no tendrían que necesitar nada de lo que los humanos pudiéramos ofrendarles.
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