26 de noviembre de 2024

El Iahvé de la Biblia es el peor dictador genocida que la trastornada mente humana pudo inventar

Para cualquiera que se haya leído ese conjunto de disparates pergeñado por profetas dementes de la Edad del Bronce llamado Biblia es más que evidente que ese Iahvé sería en caso de ser real y dicho diplomáticamente un hijo de p…. integral. 

Porque eso de que el Sábado es un día tan sagrado que nadie puede realizar la más mínima actividad productiva. Así, está prohibido terminantemente: 

 

  • plantar 
  • arar
  • cosechar
  • atar poleas acanaladas
  • trillar
  • aventar
  • seleccionar
  • moler
  • pelear
  • tamizar
  • amasar
  • hornear
  • trasquilar lana
  • lavar lana
  • batir lana
  • pintar lana
  • hilar lana
  • tejer
  • hacer dos lazos
  • unir dos hilos
  • separar dos hilos
  • amarrar
  • desamarrar
  • coser
  • romper
  • atrapar un animal
  • matar a un animal
  • despellejar a un animal
  • curtir pieles
  • raspar pieles
  • marcar pieles
  • moldear pieles
  • escribir dos o más letras
  • borrar dos o más letras
  • construir
  • demoler
  • apagar fuego
  • prender fuego
  • tocar un instrumento musical
  • terminar la preparación de un utensilio nuevo
  • transportar un objeto de áreas públicas a áreas privadas y viceversa
  • hacer coladas

Y además de estas categorías principales (denominadas avot) se incluyen como prohibidas también cualquier otra actividad similar a ellas (denominadas toldot). Así por ejemplo, dentro de la categoría de hornear se derivan prohibiciones para cualquier otra actividad culinaria como cocinar, freír, etc. 

Además de estas actividades prohibidas por la Torá, existen otras prohibiciones que con lo siglos han ido incluyendo los diferentes rabinos ¡como si las anteriores no fueran suficientes! como son el utilizar o mover un objeto que se usa en cualquiera de los trabajos prohibidos. Por lo que volviendo a la faceta culinaria, en el Sabbat nadie puede ni siquiera coger una sartén o una cuchara ¡toma ya! 

Por supuesto, tampoco se pueden hacer trampas y que un verdadero creyente judío pida a un gentil   que haga algún trabajo prohibido. 

¿Y cuál es el castigo que ese siempre “misericordioso” y “bondadoso” dios judeocristiano determina para todos aquellos impuros que violan el sagrado sábado? Pues ya se lo imaginarán ustedes, sabiendo ya como se las gasta esa siempre colérica zarza ardiente que fue capaz de exterminar no solo a todos los humanos sino también a toda vida terrestre cuando se cabreó con la Humanidad en la época de Noé: la lapidación instantánea sin juicio, jurado ni abogado defensor ¡que eso de los derechos humanos y las libertades individuales son añagazas inventadas por el Maligno! 

 

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