23 de mayo de 2024

Dios tan benevolente y justo ¿seguro?

La monstruosamente miserable doctrina del cristianismo tiene dos grandes abominaciones morales. La primera es la creencia de que los no cristianos (independientemente de sus buenas acciones, su bondad o incluso moral perfecta) indiscutiblemente acabarán en el infierno siendo torturados sádicamente por toda la eternidad.

 

Y la segunda es que independientemente de lo monstruoso que haya podido ser cualquiera durante vida, si en el último, último suspiro antes de su inminente muerte acepta de todo corazón a Jesucristo como su salvador irá directamente al Cielo a disfrutar de una eternidad de gozo y de dicha.

Y, tal y como muestra el siguiente video, la mezcla de ambos conceptos teológicos pueden dar como resultado la mayor de las injusticias, solo justificable por la indecencia y amoralidad de los semideficientes mentales seguidores del nazareno demente.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario