11 de enero de 2020

El proselitismo religioso siempre es respetuoso mientras que el ateísmo siempre es ofensivo


Incluso en las sociedades occidentales más avanzadas se da una triste paradoja, ejercer la libertad de expresión depende de las creencias religiosas.

Mayoritariamente se considera  normal, aceptable y hasta digno de admiración el que un creyente manifieste en público sus creencias, aún cuando estas puedan ser manifiestamente antidemocráticas, discriminadoras, sexistas u homófobas. Es más, un creyente puede interpelar a cualquier viandante o visitar casa por casa porque todo el mundo tiene asumido que hay que ser respetuoso tanto con las personas religiosas como con sus creencias por más estúpidas que estas sean.

Sin embargo, si un ateo manifiesta públicamente su increencia es rápidamente tildado de irrespetuoso, ofensivo y maleducado. ¿Se imaginan que un grupo de ateos fuera por la calle repartiendo panfletos, intentando convencer a la gente de la cruda realidad de que todas las religiones son mentira y de que los más que venerados profetas por muchos fueron pobres enfermos mentales? ¿podría un ateo ir casa por casa difundiendo los miles de estudios publicados en las más variadas disciplinas científicas (psicología, neurociencia, evolucionismo, psiquiatría, etc.) que demuestran que la religión es un proceso socioevolutivo que no tiene relación alguna con la realidad?

En todos los casos anteriormente mencionados es más que probable que en poco tiempo multitud de creyentes se sintieran ofendidos y no sería descartable que se personara la policía para hacer entrar en razón a los irrespetuosos ateos.

Es por ello que, tal y como muestra el siguiente video, la realidad es que mientras los creyentes pueden ejercer su libertad de expresión en todo momento y lugar, los ateos tenemos muy coartados nuestros más elementales derechos.


1 comentario:

  1. Gran texto suscribo totalmente lo que dice el autor es un gran texto que la gente debería de leer , pensar ,

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