En un país sudamericano se está exterminando a opositores y por supuesto, como no es Venezuela o Cuba, no pasa nada

Imaginemos que en Venezuela se hubiera asesinado en el último año a 86 defensores de los derechos humanos, o que en Cuba se hubiera matado a más de 500 opositores en los últimos años.


Es más que seguro que en estos casos los biempensantes de Occidente se rasgarían las vestiduras y estarían estas navidades apoyando un golpe de estado o directamente pidiendo que las tropas de Imperio yanqui arrasaran a sangre y a fuego a esas terribles dictaduras.

Ahora bien, como todos estos asesinatos han ocurrido en una "democracia" impecable como es Colombia, pues aquí paz y después gloria. Porque ya sabemos que los derechos humanos son importantes según convenga, sobre todo si el petróleo está en las manos adecuadas.