Ni democracia ni leches, los derechos humanos provienen de dios

Gracias a nuestros más que limitados gobernantes a veces resulta más que difícil saber con exactitud en el época vivimos, si en el siglo XXI o en el más oscuro Medievo. Y la última prueba la ha dado el siempre particular presidente de los EEUU.

En un discurso ante miles de los más descerebrados miembros del mundo de la ignorancia supersticiosa, el actual presidente estadounidense ha mandado a la papelera todo un siglo de estudios históricos sobre la esencia de la política y la democracia, ya que según su más que experto criterio la democracia no es el resultado del esfuerzo de los hombres por dotarse de un conjunto justo de leyes, sino que 

"Nuestros derechos nos son dados por una autoridad divina, y ninguna fuerza terrenal puede quitarnos esos derechos".

Como diría un castizo "con un par", ya que así resulta que las revoluciones estadounidense y francesa fueron directamente inspiradas por dios (por supuesto, la zarza ardiente que Alá, Zeus, Osiris o el Gran Espíritu de la Pradera son simples invenciones de su Satánica Majestad para confundir a los incrédulos).

Ahora sólo nos falta saber porqué el nazareno milagrero no lo predicó en su viaje a Judea hace dos mil años y tuvimos que esperar a que cayeran las cabezas del rey de Francia y media aristocracia francesa para que se hiciese su santa voluntad. ¡A ver si al final dios va a ser de izquierdas!.