29 de enero de 2015

Orgías católicas de supuestos sacerdotes célibes con menores de edad



Que la religión es probablemente la mayor contradicción humana no deja lugar a dudas, pero cuando aparecen una y otra vez los recurrentes casos de pederastia católica sólo queda vomitar.


Porque que pretendidos sacerdotes célibes organicen durante años orgías con menores de edad, como si de una demente película pornográfica se tratara, rebasa cualquier atisbo de decencia. Y por supuesto estos casos que, tal y como algunas ecuaciones matemáticas, tienden al infinito parecen no significar nada para nadie. 

Adocenados creyentes, cual borregos del rebaño cristiano siguen arrobadamente centrando sus vidas en esta secta de pervertidos sexuales, que además se permiten la indecencia de instruirnos sobre el bien y el mal o la moral y el pecado cuando ellos son la prueba viviente de la existencia de ese diablo al que dicen maldecir. 

Y por supuestos mientras tanto los poderes públicos colmando de privilegios, dinero y exenciones fiscales a esta panda de delincuentes sexuales. ¡Ver para creer!


1 comentario:

  1. En vez de prometer la abstinencia sexual, deberíamos promover la seguridad de la abstinencia, de forma benevolente y con la bondadosa intención de no darles la oportunidad de ingresar ni pensar en pecado, todos los sacerdotes, de voluntad propia, casi como una circuncisión, deberían ser castrados, en nombre de dios, dando la seguridad merecida para nosotros, ellos y el propio híbrido (el “paloma extraterrestre humano”). Sería una forma de demostrar realmente su fe, y dispensar de lo no más necesario por falta de utilidad. ¡A favor de la castración sacerdotal!.

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