10 de octubre de 2014

Denunciar torturas cometidas en nombre de la religión es ahora difamación



Pues sí, la líder espiritual de una secta cristiana que se dedica a torturar niños pequeños, porque aseguran que los niños que gritan o lloran por la noche o que enferman o tienen fiebre están poseídos por Satanás; y deben ser exorcizados, ha decidido demandar por difamación a aquellos grupos de derechos humanos que denuncian sus bárbaras prácticas que en el contexto cultural de África son criminalmente peligrosas.

Ya que no olvidemos que en África acusar a alguien, sobre todo si es tan indefenso como un niño, de brujería o posesión demoniaca es muchas veces igual a firmar una sentencia de muerte para el pobre infeliz puesto que la ignorancia y el fanatismo lleva muchas veces a la persecución y al asesinato, como si del más oscuro Medievo occidental se tratara.

Y sin embargo, esta demente criminal se permite acusar de difamación a aquellos que denuncian sus asesinas creencias, de tal manera que ha presentado diversas demandas judiciales por valor de ¡agárrense porque es muy fuerte! 500 millones de libras esterlinas.

El abogado de la demandante ha indicado que se está perjudicando a su cliente
"una líder religiosa reputada internacionalmente y respetada en muchos países del mundo"
Y como ven ese es el problema, que bajo el paraguas de la religión cualquier individuo ignorante, demente o directamente criminal tiene total libertad para mentir, engañar, producir daño o incluso montar un genocidio a escala continental y encima sentirse totalmente protegido y a salvo de cualquier responsabilidad.

1 comentario:

  1. Y acá en Colombia, con María Luisa Piraquive, líder de la secta Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional, LO MISMO!

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