10 de mayo de 2013

Son necesarias y urgentes tanto una legislación como una justicia laboral internacionales



El gobierno de Bangladesh, tras la terrible tragedia del taller textil en el que ya han muerto más de 800 trabajadores por la avaricia de los empresarios locales y las grandes multinacional del sector, ha decidido clausurar varias decenas de otras empresas similares.


Bienvenidas sean estas medidas para evitar que se repitan hechos tan luctuosos, pero lo que en realidad se debería hacer es perseguir judicialmente a nivel internacional a los dueños de Inditex, H&M, Adidas, Apple, Nike y el larguísimo etcétera de las grandes transnacionales que al albur de este neoliberalismo rampante, donde únicamente prima la ley de la jungla capitalista al más puro estilo del siglo XIX, y junto con empresarios locales sin escrúpulos se enriquecen con el sudor y muchas veces la sangre de aquello que únicamente debe ser considerado como lo que es: trabajo esclavo, con niños incluidos en infinidad de ocasiones. Así que ya es hora de dejar de rendir abobada pleitesía y de llamar por su nombre (que no es otro que el de explotadores criminales sin escrúpulos) a los grandes empresarios tipo Amancio Ortega, Erling Persson o el ya fallecido Steve Jobs, capaces de amasar inmensas fortunas con la deslocalización en condiciones inhumanas de la producción industrial de las megafábricas que abastecen a sus monstruosos conglomerados industriales.  


P.D.

La cifra de fallecidos del derrumbe del taller textil de Bangladesh sigue aumentando con más de mil trabajadores muertos.  Y en realidad todos tenemos un poco las manos manchadas de su sangre, porque toda esa ropa tan barata que nos compramos cada temporada y a la que no damos prácticamente valor y que luego desechamos en la siguiente según indicaciones de la publicidad y el marketing, se ha fabricado gracias a la explotación y el sufrimiento de estos pobres desheredados (cuando no directamente esclavizados, niños incluidos). Pero por supuesto los más culpables de todos son aquellos grandes empresarios tan admirados en las escuelas de negocios, las facultades de empresariales, los medios de comunicación y la sociedad en general que amasan indecentes e incuantificables fortunas con esta globalización neoliberal que transfiere los costos (contaminación, explotación, etc.) al tercer mundo mientras se atesoran los beneficios en los paraísos fiscales.

1 comentario:

  1. totalmente de acuerdo....una justicia universal debe existir....(a ser posible incorruptible y justa).

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