La siempre humilde iglesia
católica acaba de comprar
un edificio en California para convertirlo en una nueva catedral, como si
no hubiera ya bastantes sitios en donde humillarse ante ese dios ególatra, egocéntrico
y egomaníaco, por la módica cantidad de tan sólo 57 millones de dólares norteamericanos.
Y luego hablan de pobreza y humildad estos sinvergüenzas politeístas. Aquí os dejo
algunas fotos de tan megalómana construcción.
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