15 de julio de 2025

El problema no es la creencia, sino la imposición de las creencias

El problema de los religiosos es que no entienden que a nadie importarían sus creencias si las mantuvieran en el estricto ámbito de lo privado, porque las creencias son solo peligrosas cuando se intentan imponer a otros y sobre todo cuando se intenta que se conviertan en legislación de una sociedad moderna.

A nadie le importan (salvo a los psiquiatras) los que afirman haber sido abducidos por los extraterrestres y los que rigen sus vidas por la Astrología son vistos con asombro pero también con un poco de pena por su evidente simpleza. Y así sería con los religiosos si simplemente adoraran a un becerro de oro o a una serpiente emplumada, si comieran carne o pescado o fornicaran solo de una manera determinada siempre que lo hiciera en el ámbito privado.

Pero el gran problema con la religión, es que los pobres estúpidos miembros de los diferentes rebaños religiosos intentan imponer sus disparatadas creencias al conjunto de la sociedad y convertir en ley lo que únicamente son despropósitos de enfermos mentales. Y es por ello que son tan peligrosos.

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