3 de marzo de 2025

Cada día que pasa el “Dios de los huecos” es cada vez más y más insignificante

Los religiosos llevan milenios afirmando (eso sí, sin prueba alguna que lo respalde) la disparatada creencia de que un ser atemporal, todopoderoso y omnisciente creó el Universo para uso y disfrute de unos monos bípedos con mucho cerebro pero poco raciocinio.

Sin embargo, en estos últimos siglos la Ciencia ha ido explicando sin necesidad alguna de acudir al inexistente mundo supernatural, infinidad de hechos como las enfermedades, el rayo y el trueno, los desastres naturales y por supuesto también cómo ha ido desarrollando parsimoniosamente la casi infinita variedad de seres vivos que pueblan nuestro pequeño planeta, fenómenos cuya explicación hasta entonces pertenecía a la absurda voluntad divina.

Es por este increíble desarrollo del conocimiento que los creyentes más dotados y con un mínimo de rigor intelectual han ido asumiendo (a regañadientes) los avances de la Ciencia y han tenido que (muy a su pesar) exiliar a las divinidades a ese no espacio y no tiempo anterior al Big Bang, porque todo lo demás tiene una explicación naturalista muy lejana a la que han pregonado durante siglos esos profetas analfabetos y más que dementes que han dirigido (con tan poco tino, como máximo desacierto y dolor) los destinos de la Humanidad ¡y así nos ha ido!

No hay comentarios:

Publicar un comentario