Desde cualquier punto de vista los verdaderos creyentes deberían saltar de gozo y montar una fiesta cada vez que un allegado tan cristiano como ellos se muere y más si el “afortunado” es tu bebé que ha abandonado rápidamente este valle de lágrimas, tal y como muy irónicamente narra en este video el comediante estadounidense Doug Stanhope.
Por ello, la realidad es que con todos esos lloriqueos y sufrimiento por la muerte de su anciano padre, aquejado de mil males y un par enfermedades graves lo único que reconocen los cristianos es que saben que todo ese delirio del cielo, los angelitos y la diestra de Jesucristo es solo un cuento chino inventado para que los avispados sotanados de turno roben descaradamente a semideficientes mentales como ellos.
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