El más que famoso Dr. Emmett
L. Brown condensó en unos pocos segundos de "Regreso al futuro" esa más que curiosa propiedad de la
democracia de poder convertir a perfectos inútiles, casi analfabetos, en los
hombres más poderosos del planeta con un casi omnímodo poder en sus manos,
individuos que por otra parte son totalmente incapaces de atisbar siquiera la
complejidad del mundo moderno. ¡Y así nos luce el pelo!
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