Los cálculos más avanzados de astrónomos y cosmólogos indican que la Tierra no es una más que una muy
insignificante mota de polvo cósmico dentro de un Universo observable que tiene
el inimaginable tamaño de 93.000 millones de años luz de diámetro. Sin embargo,
estas más que mareantes cifras probablemente no sean más que otra
insignificancia más.
Porque si la Teoría
de la Inflación Cósmica es correcta, resultaría que el Universo más
allá de nuestra observación sería ¡150 mil trillones de veces más grande que el
observable!.
Pero eso sí, que quede bien claro que todo él, el observable y el no
observable, la materia y la energía oscuras y todo lo que la Ciencia
vaya desentrañando en los próximos siglos ha sido creado para nuestro
solaz y disfrute, tal y como nos lo recuerdan una y otra vez los
innumerables libros «sagrados» revelados a algunos de los más inestables
miembros de esta nuestra tan particular especie de monos bípedos y
escasos de pelo.
Bueno, pero como el espacio sigue expandiéndose, si fuésemos eternos (y no nos engullese la muerte del Sol), llegaría el momento en que nos encontraríamos, aparentemente, totalmente solos en el universo, sin ver ninguna estrella...
ResponderEliminarTienes razón, ese es el destino más probable del Universo: expansión infinita y cada galaxia alejándose más y más del resto.
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