El siempre lúcido Jacque Fresco explica en un par de minutos el absurdo sinsentido de la religión y desmonta ese mito al que se aferran los más ignorantes y cobardes humanos de un dios benevolente y más que bondadoso, que sin embargo castiga a unos pobres monos con enfermedades, plagas, hambrunas y demás calamidades además de una eternidad infernal en cuanto se enfada con sus deficientes criaturas, esas mismas que supuestamente ha diseñado de la manera más "inteligente".
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