Muchas veces la ficción presenta la realidad de manera mucho
más fiel que todas esas piadosas mentiras a las que se ha acostumbrado a vivir
la mayor parte de la Humanidad.
En este breve video extraído de la ya clásica película de
Martin Scorsese "La última tentación de Cristo" se plantea una verdad
mucho más coherente y verídica que todas esas disparatadas creencias en
nazarenos con superpoderes. Aquí Saulo de Tarso (que por cierto es el verdadero
inventor del cristianismo, ya que sin él los seguidores de Cristo serían otra
secta desconocida del judaísmo) le explica al asombrado Jesús de carne y hueso
que él y el Hijo de Dios no tienen ninguna relación, porque todo es un
monumental engaño para llevar la mentirosa esperanza de que no importan las
injusticias de este mundo y no es necesario luchar contra ellas porque una vez
muertos los oprimidos serán recompensados. Impagable es la respuesta de Saulo
ante un desconcertado Jesús: "si tengo que crucificarte te crucifico, si
tengo que resucitarte te resucito" en un torticero todo vale para mis
intereses.
Por supuesto esta fatalista filosofía no podía pasar desapercibida al poder, ya que es la mejor justificación de toda opresión y la mejor garantía de que los explotadores de toda condición pueden seguir esclavizando impunemente a sus siervos, porque no hay peores cadenas que las que se crean en la mente de los más ignorantes.
Con el debido respeto, he visto cientos de argumentos ateos sustentados brillantemente en bases tanto históricas como científicas, pero ahora veo otra cara de la misma moneda, el ateísmo lanza patadas de ahogado, se hace evidente su inferioridad cuando se ven obligados a basar su filosofía hasta en una película cuyo director (Martin Scorsese) ha hecho énfasis en: "Es una obra de ficción y por lo tanto no pretende describir hechos históricos". Hasta el autor de la novela original, el griego Nikos Kazantzakis, ha declarado que es SU PERSPECTIVA de los hechos y por lo tanto, carece totalmente de bases históricas. Es irónico ver como el ateísmo se ha colmado de un dogmatismo muy superior al de cualquier religión y es un tema que resulta favorable para los cristianos, pues he sido testigo de como jóvenes llegan a las Iglesias por películas como esta o libros como "El Espejismo de Dios" y eso nos da la oportunidad de evangelizarlos en una medida tan profunda, que no nos sería posible sin este tipo de ataques. Dios se glorifica en las adversidades, el ateísmo ha despertado intereses teológicos en la juventud que (creo) la Iglesia no podría alcanzar. Hablan de Dios con más pasión que no he visto en ningún teista o evangelista. Yo estoy encantado de ver que el mundo entero reconoce a Cristo, incluso nuestros libros de historia, están marcado por un a.C y un d.C, sin importar quien los escriba. Ese carpintero "loco", marcó un antes y un después en la historia de la humanidad y es solo una ínfima muestra de su grandeza. En pleno siglo XXI, sigue siendo alabado y exaltado. Deseo que Dios le bendiga y que usted pueda acercarse a Él y conocerle.
ResponderEliminar“Deseo que Dios le bendiga y que usted pueda acercarse a Él y conocerle.”
EliminarLo mismo te digo , que su Divina Cervecidad te acoja entre sus tallarinescos brazos y puedas disfrutar de una eternidad disfrutando de volcanes de cerveza fría servida por strippers buenorras (o buenorros, que allá cada uno con sus gustos). ¡Ramen!
Como he dicho en la entrada, por supuesto que es ficción. Ahora bien, esta ficción es tan creíble (incluso más) que esas otras ficciones que han inventaron los padres de la iglesia y que fue repetida una y mil veces por todos los teólogos de la cristiandad.
ResponderEliminarY te equivocas completamente sobre esa tontería de que
“Es irónico ver como el ateísmo se ha colmado de un dogmatismo muy superior al de cualquier religión”
Decir que todas las religiones en general y el cristianismo en particular es una sarta de estupideces inventada por profetas que a día de hoy bien podrían estar bajo tratamiento psiquiátrico no es dogmatismo, es simplemente entender todo el actual conocimiento en psicología, psiquiatría y neurociencia.
Y por supuesto que el carpintero loco marcó (muy a su pesar, porque si ahora volviera y viera como sus supuestos discípulos han tergiversado sus delirios seguro que se moriría del disgusto) un punto de inflexión, pero no por lo que él hizo, sino por lo que se inventó ese famoso Saulo para convertir sus delirios en algo muy útil al Imperio Romano.
Siempre me ha gustado esa escena porque el personaje de Pablo (basado en el personaje original de la novela de Kazantzakis) parece estar más cerca del histórico Saulo de Tarso que de la imagen que se dio de sí mismo en el Nuevo Testamento. El discurso que da en la escena resume a la perfección el mensaje central del evangelio cristiano, lejos de las asechanzas de los predicadores actuales, sobre todo esa frase que dice de "La muerte fue vencida". Y el diálogo que tiene en privado con Jesús, en el que se da una magnífica explicación del verdadero origen histórico del Cristianismo, no tiene precio.
ResponderEliminarA veces la ficción retrata perfectamente la realidad y este es uno de esos casos.
ResponderEliminar