3 de abril de 2015

Jesucristo tiene la culpa de la astronómica cifra de desempleo paro en España


La Semana Santa es quizás el momento en donde se observan con más claridad las más absurdas actuaciones de los católicos, esos supuestos adultos que sin embargo se comportan como si de tiernos infantes o personas con severas limitaciones mentales se tratara.


Y el mejor exponente de esta absoluta falta de raciocinio son sin duda alguna las procesiones, como es el caso de la ya tradicional del "Cristo del Trabajo", en donde desempleados de toda Granada acuden a solicitar devota y supersticiosamente a una escultura de escayola que les conceda un trabajo.


Y lo más increíble de todo este absurdo comportamiento es que muchos de los asistentes acuden año tras año a pedir empleo. Estimados católicos, ya se sabe que de intelecto no andáis nunca muy sobrados pero si hace uno, dos o tres años que la efigie de cartón piedra no os escucha ¿porqué este año va a ser distinto? ¿no deberíais emplear el tiempo y el esfuerzo en mejorar vuestra formación en lugar de esperar con ansiedad año tras año que llegue la sanguinolenta Semana Santa para buscar el milagro de que un empleador no se dé cuenta de vuestras severas limitaciones y os contrate por vuestra bonita cara?

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