4 de junio de 2013

Las dos caras de la moneda del exilio laboral



La situación en España con un gobierno enrocado en la justificación de su inoperancia está llegando a límites propios del teatro del absurdo. Mientras son incapaces de reaccionar frente a una crisis económica que pensaban que se arreglaba con un poco de sentido común o con absurdas súplicas al santoral católico, otros gobernantes extranjeros son capaces de dejarlos en el mayor de los ridículos si cabe. Pero ellos siguen erre que erre aferrados a su ignorante prepotencia.


Así mientras el primer ministro italiano pide disculpas por el exilio laboral que sufre la juventud de su país, entendiendo que la pérdida de esos miles de ciudadanos altamente preparados y educados es una sangría intolerable para el país (sobre todo cuando ha sido el propio estado el que se ha gastado decenas de miles de euros en formar a estos profesionales que acabarán trabajando para países más desarrollados y ricos) nuestros obtusos gobernantes patrios siguen loando obcecadamente (con esa mezcla de prepotencia y estulticia) las ventajas de que nuestros jóvenes se marchen al extranjero

A ver señores Wert, Pons, Báñez, Cospedal y demás. Cuando un investigador, médico, arquitecto o ingeniero que ha estudiado unos 20 años (con cargo a la enseñanza pública), en perfecto estado de salud (gracias también a la sanidad pública) y todo ello pagado con los impuestos de los españoles se marcha (desgraciadamente para no volver), esto solo puede calificarse de tragedia. Ya que como sociedad hemos desperdiciado el tiempo y el dinero en formar a un futuro trabajador cualificado alemán, sueco o norteamericano. Economías por cierto, mucho más ricas y avanzadas que la nuestra que obtienen un profesional motivado sin haber gastado un euro en su formación. En cambio, estas personas deberían poder quedarse y ayudar a la reconstrucción del país, pero ustedes en su infinita y arrogante ignorancia son incapaces de entender que lo único que hacen es desmotivarlos aún más para que ni siquiera se les ocurra pensar en volver. 



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