21 de septiembre de 2012

Expertos psíquicos para atajar el déficit público


Existe un famoso dicho que comenta que la realidad siempre supera a la ficción. Y la noticia publicada por el canal de TV WMTW del estado norteamericano de Maine parece demostrarlo. Así, hay una serie de ficción llamada Médium, en la que una protagonista con poderes extrasensoriales ayuda a la policía y al fiscal de Arizona persiguiendo malhechores y esclareciendo crímenes mediante sus visiones y premoniciones. Pues según informa el medio de comunicación norteamericano anteriormente citado, la policía de la ciudad de Portland ha utilizado a lo largo de los años en varias ocasiones los servicios de videntes y mediums en investigaciones policiales. Imaginen si pueden dentro del efectista y teatral sistema judicial estadounidense, cuando en el posterior juicio se produzca la declaración jurada en el estrado del vidente llamado a testificar por el fiscal
"señores miembros del jurado, juro por dios y sobre la Biblia que en mis visiones pude comprobar cómo el acusado asesinaba a su vecino" ó "el fallecido se me apareció en sueños para culpar de su muerte a su primo que reside en Oregón y con el que estaba enfrentado desde hace años"
y por supuesto el posterior interrogatorio al "experto mental" por parte del abogado defensor del presunto delincuente acusado por las pruebas psíquicas. Antológico y digno de una comedia de los hermanos Marx.
Así que ahora que el gobierno español está intentando atajar el déficit público despidiendo empleados públicos como profesores, enfermeros o médicos, bien se podría ampliar esta lista de funcionarios prescindibles despidiendo también a policías, forenses, expertos en criminalística, etc y contratando videntes y demás mediadores del más allá. No sé si funcionará esta "policía psíquica", pero el estado se iba a ahorrar un dineral en pruebas forenses, análisis de ADN, escuchas telefónicas, seguimiento de sospechosos, interrogatorios y demás zarandajas criminalísticas. Y ya no me digan si encima es como la vidente Salomé Reyna.

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