16 de julio de 2012

Superstición universitaria en Arabia Saudí


Históricamente, la cultura y la educación han sido definidas como las principales herramientas para desarrollar un pensamiento crítico y racional en los individuos y así enfrentarse al fanatismo y el oscurantismo secular impuesto a nuestra especie. Pero esta visión idílica de que la educación fomenta el racionalismo y destruye la superstición tiene una importante limitación. Cuando esa formación se imparte en un entorno fuertemente irracional como es en colegios, universidades o sociedades profundamente religiosas, ésta se vacía de contenido y los dogmas, la intransigencia y el pensamiento mágico se imponen. Así no es difícil encontrar en nuestro actual mundo desarrollado individuos con estudios superiores, que incluso han cursado carreras de las denominadas de ciencias, apegados a mitos religiosos inventados por profetas analfabetos o a supercherías varias (astrología, adivinación, curanderismo, espiritismo, etc) que harían sonrojar a cualquier persona mínimamente racional. Así, que en pleno siglo XXI vivimos rodeados de ignorancia y superstición es un hecho innegable. Y por supuesto cuanto más nos alejamos del Occidente cultural esta verdad se hace más patente. Y ello ha sido corroborado en un reciente trabajo realizado por investigadores saudíes. Dicho estudio se ha centrado en la relación entre la epilepsia, una enfermedad históricamente asociada a poderes supraterrenales bien en su faceta divina bien en la demoniaca, con la superstición. Para ello seleccionaron a unos 400 saudíes con estudios superiores: profesores y alumnos universitarios y analizaron su conocimiento de la enfermedad y sus causas. Los resultados mostraron que el 43% de los encuestados definieron a la epilepsia como una enfermedad psiquiátrica debida al mal funcionamiento del cerebro. Por el contrario otro 40% de los estudiantes y un sorprendente 50% de los profesores universitarios consideraron que las posesiones demoniacas eran la verdadera causa de la epilepsia. Por supuesto estos “creyentes en el demonio” indicaron a su vez que estos espíritus impuros y malvados podían ser expulsados de los cuerpos de los epilépticos mediante ritos y exorcismos.  Si esto es lo que piensan las personas más educadas de la sociedad saudí, imaginen las creencias entre la población normal. Y no piensen que esto es únicamente un hecho anecdótico estudiado por unos científicos dedicados a investigar absurdeces o cosas del pasado, en Arabia Saudí la hechicería es en la actualidad un delito punible que es castigado con la pena de muerte.
Finalmente los autores del trabajo concluyen que son necesarias campañas de educación pública para combatir la superstición. Aunque lo que yo personalmente pienso es que mientras en dicho país se siga practicando el rigorista wahabismo islámico no hay nada que hacer y los demonios seguirán campando a sus anchas por las resecas tierras del desierto saudí.



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