Pues sí. Unas muestras de
sangre extraída al papa Juan Pablo II durante su agonía en 2005 fueron
conservadas por las monjas del hospital romano del Niño Jesús. Y a un avispado
monseñor católico se le ocurrió la idea de convertir la muestra médica en una peregrinación
que ha conducido a la susodicha muestra de sangre por todo México en agosto del
año pasado recorriendo 90 ciudades durante cuatro meses entre misas, rezos y
actos de piadosa veneración. Ahora resulta que está
en Colombia como "ofrenda de reparación espiritual y redención para
Colombia" y que habrá un encuentro de la muestra de la sangre con las
víctimas de la violencia. No me digan que no es absurdo. La sangre del papa arreglando
los problemas de la violenta Colombia. Y luego todos los católicos del mundo
pidiendo respeto por tus estúpidas y ridículas creencias. Como dijo alguien con
mucho juicio “Si no quieren que me ría de sus creencias, pues no tengan creencias tan graciosas .”
Patético es poco. Yo cada día que pasa estoy convencido de que la cúpula católica se debe retorcer de risa con estas cosas. No puedo creer que esos tipos -con la mafia que son- no hagan esas cosas adrede. Y los idiotas ahí, corriendo detrás de un frasquito o de un papamóvil o de sudario más falso que los diez mandamientos católicos.
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