Que el verdadero número de
católicos en España va camino de ser una cifra residual es cada vez más una
realidad palpable. Porque sólo así se pueden entender las últimas
estadísticas sobre confesiones en España. Según el CIS un apabullante 73%
de los españoles se declara católicos. ¿Seguro? Pues parece que no. Porque
luego sólo un ridículo 17% de ciudadanos es capaz de marcar la casilla de la
financiación privilegiada del catolicismo en España a través del IRPF. Vamos, que
ni siquiera gratis son capaces los católicos de dar dinero a su teórica fe.
Pues no olvidemos que es un regalo gratuito de los católicos con el dinero de
los impuestos de todos ya que quien marca dicha casilla no paga más por esta
elección. La disminución ha sido de un 4% con respecto al año anterior. Como se
puede observar si continúa esta tendencia, en un par de décadas no habrá nadie
regalando dinero de nuestros impuestos a la jerarquía católica. Pero eso sí,
ese increíble 58% de españoles que dicen de boquilla que son católicos sin
hacer nada ni dentro ni por su iglesia siguen contando cual espectros o
fantasmas del catolicismo residual. En resumen son tan avaros estos cristianos que no
son capaces ni de dar el dinero de otros a la iglesia católica. Imaginen si tuvieran
que pagar de su bolsillo a nuestros curas. Seguro que entonces no quedaba
creyente en nuestra siempre tan católica piel de toro.
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