Desde siempre los humanos hemos pensado que los árboles son seres vivos pasivos que se enfrentan con muy pocos recursos y de manera individual a los peligros de la Naturaleza. Sin embargo, en las últimas décadas múltiples estudios científicos han cambiado esa antigua idea preconcebida y han demostrado que los árboles, lejos de llevar una existencia solitaria y pasiva, poseen un sofisticado comportamiento grupal que no sólo incluye a los miembros de su propia especie, sino también muy sorprendentemente a otras especies vegetales e incluso a las más diversas familias de hongos con los que comparten una más que productiva relación simbiótica muy eficiente, tal y como muestra el siguiente e interesante video.
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