El en Cielo se juega fútbol y siempre gana Jesucristo ¡ahí es nada!

Dentro del disparatado mundo de la religión, los EEUU son el país occidental que más presencia (y ruido mediático) tiene de fundamentalistas cristianos de todo pelaje. Y siempre aparece alguno con una estupidez mayor (aunque después de dos milenios de desidia intelectual pudiera parecer imposible) que la anterior.

 

Así, una profetisa cristiana ha declarado que

" ... tienen deportes en el cielo porque esa gente tiene dones. Pero todos los deportes se juegan para una persona, y el ganador en cualquiera de estos deportes es siempre Jesucristo."

¿Y cómo lo puede afirmar con tan rotundidad? pues porque aunque a muchos ateos nos suene a chifladura total la profetisa lo ha visto de primera mano, ya que en unos de sus múltiples viajes celestiales (imaginen ustedes la cantidad de puntos o de kilometraje que tiene que tener acumulados esta señora si cada dos por tres viaja al cielo en "Heaven Airways")

" me llevaron a un partido de fútbol en el cielo ... De todos modos, él me llevó a este partido de fútbol al que estaba jugando alguien. Estos equipos de personas que eran futbolistas que tenían un don para jugarlo. ¡Pero puedes unirte! Puedes unirte a estos equipos y jugar."

Pero no se equivoquen, que las reglas del fútbol celestial son distintas al de su equivalente terrestre, ya que

"había tres marcadores y estos equipos están tan, eh, concentrados - es una palabra ligera ... - para ganar estos deportes, porque cuando anotan, irían a su marcador - ese equipo - pero luego ¡subirían a Jesús! Jesús tenía su propio marcador, y los puntos de todos, sin importar quién los hizo, ¡estaban tratando de hacer más puntos para Jesús! Así es como hacen deporte en el cielo. Todos fueron a Jesucristo."

Pero no se preocupen, porque según nuestra demente profetisa

"es una forma diferente de jugar, pero la intensidad y la emoción siguen ahí. Todos los ángeles, sus ángeles de la guarda, están en las gradas haciendo la ola. ¡Es una locura!"

No me digan que no es el más delirante y vomitivo culto a la personalidad que ríanse ustedes de la dictadura norcoreana. Pero así de débiles mentales son los creyentes, capaces no sólo de soltar las mayores estupideces, sino lo que es peor creérselas a pié juntillas.