En cualquier democracia mínimamente avanzada se protege a la infancia de todo tipo de abusos: físicos o emocionales. Sin embargo, una de las mayores fuentes de abuso infantil: el adoctrinamiento religioso a los más pequeños, no sólo no está perseguido sino que muchas veces se considera una virtud.
Y como bien decía el ya fallecido Hitchens enseñar a los niños, que son esponjas de aprendizaje, que
“Una virgen puede concebir. Un cadáver puede caminar de nuevo. Su lepra se puede curar. Los ciegos pueden ver."
no sólo es un disparate, sino que es inmoral.
Porque la peor inmoralidad que se puede cometer es mentir a personas ignorantes y sin educación (y los niños al principio son los seres más ignorantes del mundo, que confían ciegamente en sus mayores porque así hemos sido moldeados por la dictadura de la selección natural) y decirles que solo creyendo en las mayores majaderías (inventadas por otra parte por enfermos mentales de la más remota antigüedad) pueden llegar a "salvarse" de unos pecados que además de inexistentes, chocan con los derechos humanos más elementales de una sociedad avanzada del siglo XXI.
Totalmente de acuerdo en todo lo que dices salvo en lo de que los inventores de tales majaderías eran enfermos mentales.
ResponderEliminarQuien crea una religión es porque sabe que así podrá manejar a su antojo a la masa. En la que llegado un cierto punto, no todos los seguidores son deficientes mentales capaces de creerse cualquier cosa, sino que fingen seguirla para protegerse, ya sea físicamente o de la exclusión de la sociedad.
Fíjate que a medida que las religiones van perdiendo poder político aumenta el número de ateos a gran velocidad.
Pero hay que diferenciar a los profetas (Jesús, Moises, etc.) que estaban evidentemente locos por eso de hablar directamente con su dios, de los papas, obispos, ayatolas que muchos de ellos saben que su religión es un cuento, pero que están ahí por poder o por cualquier otra motivación.
EliminarHay una diferencia muy grande entre hablar con Dios a decir que hablas con Dios. Eso en caso de que existiesen realmente y no fuesen fabulaciones de quienes escribieron el libraco...
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