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PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.

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24 de febrero de 2020

Una ronda de estupideces cristianas estadounidenses


EEUU es tierra abonada para que alucinados cristianos pregonen a los cuatro vientos su manifiesta debilidad mental.

Así, un teleevangelista que lleva años estafando a pobres ignorantes con un supuesto (y más que falso por cierto) remedio milagroso para curar múltiples enfermedades acaba de afirmar que su potingue fue creado en el mismísimo cielo por ese mismo dios que tan inteligentemente diseño esas mismas enfermedades que ahora va a curar. Lo mismo la iracunda zarza ardiente se ha ido ablandando con el paso de los milenios y ahora en su vejez tiene un poco de piedad de esas criaturas a las que lelva torturando desde el principio de los tiempos.

Y para remate, la consejera espiritual de la Casa Blanca (aunque de poco le sirve porque Trump es un depredador sexual de la peor calaña) se ha pasado tres pueblos con los alucinógenos, puesto que afirma que en uno de sus viajes al más allá (como esta señora no vaya en líneas de bajo coste se va a dejar un dineral en viajes, ya que el cielo cae un poco lejos) llegó a ver el mismísimo trono celestial y para que no quede duda alguna del grado de intoxicación de esta drogodependiente transcribo aquí sus propias palabras:

"Literalmente fui a la Sala del Trono de Dios. Había una neblina que salía del agua, y fui al trono de Dios, y no vi claramente el rostro de Dios, pero vi el rostro de Dios ... Sabía que era el rostro de Dios". Me puso un manto [sobre mí] y fue un manto muy distinto. Había un manto, y lo vi muy claramente, el color era como un dorado, un dorado amarillento ... y luego vi la Tierra por un momento, y [Dios] me trajo de vuelta, y él me puso en ciertos lugares, uno es la Casa Blanca. No salí de eso realmente hasta la mañana siguiente"

Pero eso sí, en lugar de estar medicados y bajo estricta supervisión psiquiátrica estos individuos merecen todo el respeto de una sociedad claramente enferma.

2 comentarios:

  1. Sobre el que vende remedios milagrosos, tengo la esperanza puesta en que se encuentren con un mafioso sin escrúpulos (¿los hay de otro tipo?), desahuciado por la medicina y que acuda a él para salvar su vida. Advirtiéndole, por supuesto, que si es un engaño va a suplicar muy fuerte reunirse con el Diablo si lo que cuenta es mentira...

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  2. "Literalmente fui a la Sala del Trono de Dios. Había una neblina que salía del agua, y fui al trono de Dios, y no vi claramente el rostro de Dios, pero vi el rostro de Dios..."

    ¿No se estará refiriendo al Despacho Oval de la Casa Blanca, en el que Trump le hizo un "Clinton" en toda regla (con mancha blanca incluida)?

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