España ¿siglo XXI o siglo XI?

Aunque estemos rodeados de infinidad de sorprendentes adelantos tecnológicos: pantallas planas de TV, ordenadores, teléfonos móviles, tabletas, satélites orbitales, aviones y submarinos, quizás sea hora de no perder el norte y asumir que en realidad hemos avanzado poco o nada, y que desgraciadamente seguimos viviendo en el ignorante, intransigente, atrasado, fanático y medieval siglo XI, al menos en España.

Porque únicamente así se puede entender que a estas alturas de la vida el nazionalcatólico gobierno español pague la escandalosa cifra de 900.000 euros a la iglesia para que se celebren misas en honor a un dios inexistente y si se me apura a la mayor gloria de un genocida fascista, se dilapiden 60.000 euros en financiar la procesiones de imbéciles alucinados que arrastrando cadenas descalzos se automutilan inmisericordemente en nombre de un judío mucho más demente que ellos mismos y, todo ello con la presencia de cientos de militares cuya verdadera misión es defender a todos los españoles (sin diferencias de credo, color o filiación política) y no acudir a eventos delirantes de pobres ignorantes aferrados a cuentos chinos de la Edad del Bronce. 

Y eso en un país en el que infinidad de pueblos y ciudades otorgan (como si estuviéramos en el más ignorante y delirante Medievo) 143 medallas y alcaldías perpetuas a vírgenes y santos. ¡A ver! estimados regidores patrios, dejad de hacer el idiota porque estáis concediendo medallas a simples estatuas de escayola inventadas para el solaz y tranquilidad de nuestros más deficientes mentales conciudadanos, individuos que bajo cualquier óptica racionalista deberían estar tutelados por los servicios sociales por su manifiesto infantilismo mental. 

Y por si lo anterior no fuera suficiente un carpetovetónico juez, aplicando una ley injusta y antidemocrática, ha condenado a una concejal por protestar por los asfixiantes privilegios que la iglesia católica sigue teniendo en la universidad, entorno en donde debería haber sido desterrada hace décadas, cuando no siglos ¡Y luego nos escandalizamos de Arabia Saudí! 

Y ya para terminar esta ronda de despropósitos y sumisión al más rancio nazionalcatolicismo, este año (como siempre) el gobierno del corrupto Rajoy y sus ladrones secuaces han indultado a 13 delincuentes por el mero hecho de ser católicos ¡Y que se fastidien los ateos, musulmanes, budistas y demás herejes!

De verdad que a veces dan ganas de abandonar este casposo y demente país sometido al ya secular yugo de curas y obispos, que más parece anclado en el siglo XII, y emigrar a tierras más racionales en donde haya llegado de verdad el siglo XXI.