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6 de abril de 2015

La absurda y criminal libertad religiosa



Como la religión es quizás la faceta más irracionalmente absurda de la conducta humana, su incorporación a la legislación lleva sin remedio, además de legalizar los más antidemocráticos comportamientos, a las más disparatadas situaciones. En el estado norteamericano de Indiana sus muy cristianos legisladores han ideado una perversa ley que bajo el nombre de "Ley de Restauración de la Libertad de Culto" prohíbe al estado inmiscuirse en el ejercicio religioso de los ciudadanos en cualquiera de sus facetas. Y me dirán ustedes ¿qué problema hay en proteger las creencias de las personas frente al siempre sospechoso estado? 



Pues el mismo problema que sería promulgar una "ley de restauración de la libertad de acción" en la que se prohibiera al estado inmiscuirse en la capacidad de actuación de los ciudadanos. ¿Se imaginan que todas las personas pudiéramos comportarnos sin cortapisa alguna y sin temer posteriores consecuencias legales?¿Qué pasaría? Exacto, que sería la ley de la jungla. Los poderosos abusarían de los débiles y nadie podría objetar nada frente a un robo, una violación o un asesinato puesto que todos los ciudadanos tendríamos el derecho de actuar bajo la única guía de nuestra santa voluntad y si alguien sale perjudicado pues como dice el refrán "ajo y agua".

Pues bien volviendo al tema, esta ya tristemente famosa "Ley de Restauración de la Libertad de Culto" permite de facto la discriminación, cuando no la persecución o la opresión de las minorías siempre y cuando algún libro sagrado así lo dictamine. Y ya sabemos que las biblias, coranes y demás verdades reveladas si por algo se caracterizan es por su intolerancia y fanatismo.

Así entonces si los homosexuales ofenden a tu religión (cosa nada extraña por la secular fijación de los dioses abrahámicos por nuestras intimidades de alcoba), pues un piadoso creyente de Indiana puede negarse a servir comida en su restaurante, atender en su comercio e incluso negar tratamiento médico en su muy cristiano hospital a estos nefandos sodomitas con total legalidad.

Que, tal y como han dictaminado todos los sabios padres de la iglesia a lo largo de los siglos, la mujer es un ente inferior necesitado de varonil guía, pues entonces para qué gastar tiempo y dinero en dar educación formal a las niñas. Y así se podrá impedir en Indiana el acceso de las mujeres a la universidad y los colegios podrán educar a las hembras exclusivamente en lo verdaderamente importante, labores caseras y abandonar la docencia de esas complejas asignaturas de matemáticas o ciencias fuera del alcance del siempre muy limitado intelecto femenino.

Que tal y como afirman las escrituras, los judíos son culpables del nefando pecado del deicidio de Nuestro Señor Jesucristo, pues entonces ¿cómo voy a contratar en mi santa empresa a uno de estos convictos? Bastante haré si no cojo mi fusil de asalto y empiezo a repartir justicia por las impías sinagogas del Medio Oeste.

Como se puede observar todo un despropósito legislativo que por supuesto puede legalizar además  los malos tratos, cuando no la pura tortura, dentro de la familia puesto que el varón de Indiana tendrá todo el derecho del mundo a "disciplinar" tanto a su siempre inferior esposa como a sus díscolos hijos de la piadosa manera que se explica en el Corán o en el Viejo Testamento.

Y como siempre todas las tragedias tienen también su lado cómico, pues esta ley ha permitido a unos avispados porreros del lugar legalizar la siempre controvertida práctica del consumo de la marihuana. Nuestros protagonistas han creado la "Iglesia del Cannabis" bajo el muy religioso lema de que

"Es nuestra fuente de salud, nuestro amor, nos cura la enfermedad y la depresión. La abrazamos con todo nuestro corazón y espíritu, de forma individual y como grupo."

y con su recién aprobada libertad religiosa total pues ahora pueden practicar su placentera afición sin temor alguno al sheriff del condado.

Finalmente esperemos que los pedófilos de Indiana no se agrupen e inauguren la "Iglesia del Amor Infantil" porque al final los piadosamente descerebrados legisladores de Indiana acabarían legalizando los abusos sexuales a menores y la pederastia en todas sus facetas, aunque eso por supuesto haría muy felices a los sacerdotes y obispos católicos del mencionado estado y muy seguramente produciría un flujo migratorio de proporciones bíblicas de sotanados de todo el mundo hacia Indiana para poder seguir perpetrando sus asquerosos crímenes con total impunidad.




2 comentarios:

  1. El objetivo de la libertad religiosa es proteger a los ciudadanos de las religiones.

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  2. Disiento. La libertad religiosa implica proteger a los religiosos en sus prácticas contrarias a las leyes del Estado. Es una cuestión algo sutil y de consecuencias nefastas si se aplica a rajatabla, como bien manifiesta ateo666666. Saludos.

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