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No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.


PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.

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23 de julio de 2013

Diseño inteligente ¿seguro?

Hace ya tiempo que escribí un par de entradas [1 y 2] en las que argumentaba contra la idílica y incoherente visión de los creacionistas sobre un Universo bucólico lleno de armonía y perfección creado para solaz de unos simples primates bípedos con un gran cerebro que es lo que en realidad somos los humanos.



Hoy he encontrado este video producido por "The Thinking Atheist" en donde en cuatro minutos se muestra muy gráficamente (por lo que no es prácticamente necesario entender al narrador) la terrible y cruda realidad del mundo en el que vivimos:


Tal y como escribí anteriormente:
"La bella estampa de la grácil gacela, que tanto nos admira y que demuestra la existencia de un diseñador divino para los religiosos, no es fruto del azar o de una mente prodigiosa sino que es el resultado de una terrible adaptación que durante millones de años ha ido obligando a la gacela a ser cada vez más rápida para poder sobrevivir en un entorno plagado también de bellos pero terribles felinos depredadores. Así en esta intemporal carrera armamentista la gacela y el guepardo han ido adaptándose mutuamente de tal forma que la gacela intenta sobrevivir el máximo tiempo posible, dando como resultado su estilizada figura, para así poder perpetuarse dejando el mayor número de descendientes antes de que inexorablemente el guepardo acabe dándole alcance con sus rápidas y maravillosas patas para luego matarla con su adaptadas pero terribles mandíbulas. No hay poesía en la naturaleza inspirada por un magnánimo y artístico creador, solo terror en la presa y hambre en el depredador."

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